Nuestro reflejo en el cielo

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Antiguamente se creía que era el Sol el que giraba alrededor de la Tierra y que el cielo se movía como por “bloque” con las estrellas girando alrededor, todavía no estaba la noción de que éramos nosotros los que nos estábamos moviendo. De la misma manera desde la Tierra, nosotros vemos un movimiento de los planetas pero en verdad somos nosotros mismos que nos estamos moviendo en el Cosmos. Claro que los planetas también se están moviendo, pero por ejemplo nosotros decimos “el Sol sale por el este y se pone por el oeste”, pero ¿el Sol sale por el este y se pone por el oeste? ¿O más bien nosotros estamos girando hacia el oeste y vemos al Sol salir por el este? Es como un punto de vista. Entonces este tema de si el planeta me “influencia” o si hay un “afuera” externo que me maneja, también por supuesto es un punto de vista y es un punto de vista muy antiguo. Antiguamente sí creían que los planetas tenían superpoderes y que podían hacer con nosotros lo que querían; es decir si venía un tránsito de Plutón o de Saturno “estabas frito”, y si venía un tránsito de Júpiter “¡qué bueno! venía un buen momento”.

 

También tenemos este concepto de que la Luna influencia las mareas. La pobre Luna, que está a millones de kilómetros de distancia, maneja el mar de la Tierra. ¡Ja! Ese tipo de pensamientos, si me permiten, a mi gusto es bastante ilusorio y contienen un pensamiento mágico. Es mágico pensar que una esfera celeste, lejísimos de mí y de nosotros, puede manejar nuestras vidas. Es como entregarle todo nuestro poder a algo externo; y así como tenemos a alguien a quién entregarle el poder también tenemos a alguien a quién culpar. Es decir, si me va mal no es todo mi culpa, puedo culpar a mis padres; y si no son mis padres puedo culpar a Dios o a las creencias que tenga; y si no tengo ninguna creencia espiritual, bueno puedo culpar al planeta y me desligo de toda responsabilidad. Bueno, yo les traigo una noticia: los planetas no son los culpables de nuestras desgracias ni los hacedores de nuestras felicidades. No, para nada. En vez de tener este pensamiento mágico tengamos una apertura mental y démonos cuenta que estamos Unidos al Cosmos. ¿Por qué preferimos pensar que el planeta tiene un poder sobre nosotros a pensar que el planeta, al estar de alguna manera reflejando el movimiento de la Tierra, está reflejando nuestro propio movimiento? Estoy unida al Cosmos, estoy unida al Cielo, estoy unida a esos planetas y a esas estrellas porque ellos y yo somos uno; porqué decir “Cielo” es decir “YO”, es decir “mi propio corazón”. Yo estoy Unida al universo, entonces el movimiento de los planetas es un movimiento de una danza en conjunto al ser humano y al cosmos, es una danza en conjunto de lo Divino y lo Terrenal para recordarnos de alguna manera que estamos unidos a algo mucho más grande, que venimos de un lugar mucho más grande, y que tenemos que hacer un trabajo en esta Tierra uniéndonos al cielo.

 

Ya en las antiguas escrituras, de hecho en la Biblia hay un montón de referencias en dónde explica que Dios -o como quieras vos llamarlo (son nombres y no estoy yéndome alguna religión en particular)-, la Fuente, creo estos planetas para guiarnos, para orientarnos acá en la Tierra, y que la Tierra está unida a este Cosmos como una ayuda Divina. Tenemos una ayuda Divina que es la Carta Natal, el reflejo de uno mismo en el Cielo. Es un reflejo de uno, como una radiografía del propio corazón. Entonces, si empezamos a vernos a nosotros mismos reflejados en lo más bello de la creación, quizás empecemos también a actuar de la manera más bella. Si empezamos a identificarnos con nuestra verdadera identidad celestial, quizás empecemos a hacernos más cargo de esa identidad que todos, absolutamente todos, tenemos.

 

El movimiento de los planetas entonces va a revelar lo que está sucediendo en la Tierra; es un reflejo, una guía, una orientación, y podemos entender más rápido qué está pasando; y también podemos entender de alguna manera hacia dónde estamos yendo ¿Por qué? Porque los planetas y su movimiento es matemática, con lo cual ya sabemos lo que va hacer Saturno en 20 años y lo que va a hacer Marte, lo que va a hacer Júpiter… sabemos todo si queremos, lo que van a hacer en 100 años, en 200 años; con lo cual hay un orden que tiene un tiempo determinado en este mundo y que lo podemos calcular, ya está calculado. Entonces, ¿eso indica lo que me va a pasar en el futuro? No, pero sí indica un determinado recorrido que seguro va a tener cada uno de nosotros con su propia carta natal y los movimientos que aparecen en la carta natal; porque la carta natal no es fija, los planetas se siguen moviendo, nosotros también y nuestra carta natal se ve afectada todo el tiempo por el movimiento de estos planetas (afectada en el sentido de que no es que -de vuelta- el planeta me está haciendo algo sino que me está mostrando un momento).

 

La astrología entonces nos revela tiempos. “Llegó el tiempo de…” como llegó el tiempo de cosechar, llego el tiempo de sembrar. Hay tiempos en la tierra; tiempos de comer, tiempos de dormir, o lo que es lo mismo que decir tiempos de Júpiter en Aries por ejemplo, que sería es un tiempo determinado y para cada uno de nosotros en un área determinada, en un asunto determinado. Entonces no se revelan los sucesos en sí que me irán a ocurrir porque eso es imposible de determinar, pero sí determinadas lecciones que puedo tener en determinado futuro, y si yo sé cuál es la mejor manera de aprender de ellas y de pasar esas lecciones, seguro voy a elevar esa energía a su más alto estadio; porque tanto los signos, los planetas, los movimientos, el cosmos, y de alguna manera nosotros mismos, lo revelamos con nuestras acciones y con nuestro entendimiento en diferentes niveles de acuerdo a la base espiritual de cada uno, al conocimiento de cada uno, a la comprensión de cada uno, a la comprobación de cada uno.

 

Entonces, por ejemplo, tener a Plutón en conjunción al Sol para mucha gente es muy diferente. Para algunos será una cuestión de identificarse demasiado con su sombra y de creerse que es alguien destructivo, mientras que otro podrá utilizar ese mismo poder para transformarse y transformar a otras personas, porque es alguien que de seguro puede ver mucho la sombra propia y de los otros. Todos esos son niveles de conciencia. No es que el Sol – Plutón es un asesino serial pero el Sol – Plutón es alguien que puede ser muy oscuro o puede ser un salvador; ¿y qué hace la diferencia si nacieron bajo el mismo cielo? La diferencia es la base espiritual de cada uno y eso no se ve en la carta natal, eso depende de lo que cada uno trae de su vida pasada y de lo que venimos trabajando en todas nuestras encarnaciones. Entonces yo siempre los voy a llevar a lo más alto de los nivel de los signos para que nos elevemos todos juntos.

 

Empecemos a pensarnos como bailarines cósmicos unidos al Cielo en una danza conjunta para elevar la vibración de todos, para llevarnos a comprendernos más cósmicamente, a entendernos como seres infinitos porque la astrología nos ayuda a vernos infinitos, y así aprovechar este gran día que nos da Dios, que nos da el Cielo, que nos da La Fuente, para conocernos a nosotros mismos. Y si, tenemos la gracia, incluso revelar esa gran voluntad, la Voluntad Divina que también se manifiesta a través del movimiento de los planetas y de su reflejo en el Cielo para todos y cada uno de nosotros.

 

¡Que así sea!

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