En el sistema nervioso y su compleja estructura podemos destacar el desarrollo primordial de las neuronas ya que son las células nerviosas que desarrollan un trabajo fundamental, siendo la unidad esencial del sistema como potencial de acción que crean señales eléctricas y trasmiten a largas distancias, organizando la información, procesándola y generando respuestas.
Desde que nacemos los seres humanos venimos evolucionando y transformando nuestra biología interna, en su magnífica creación encontramos capacidades y mecanismos verdaderamente sorprendentes ya que no solo están presentes en la estructura que nos sostienen y podemos evidenciar, sino también en todos aquellos sistemas internos que no conocemos pero si percibimos su magnificencia. Unir las piezas de este hermoso rompecabezas biológico te abre la oportunidad de conocerte y escuchar el lenguaje profundo. En esta ocasión describiremos sobre el cerebro y algunos de los encargados de poner a funcionar todos los mecanismos orgánicos del cuerpo.
Dentro de esta compleja sistematización tenemos los principales actores que desarrollan una labor inteligente y precisa. El cerebro es el CPU del cuerpo, este ordenador tiene un lenguaje sincronizado y exquisito ya que si bien puede adaptarse a todo, también emite señales claras cuando empieza el desorden en algún espacio del organismo.
La forma que tiene el cerebro para comunicarse con el cuerpo es a través de los mensajeros químicos, llamados neurotransmisores. La primera línea de acción empieza cuando una neurona da una orden y los neurotransmisores se encargan de comunicar a las demás neuronas en el espacio sináptico y esa enérgica reacción en cadena llega a las células nerviosas que tienen la capacidad de recibir y transformar esa información en todo el organismo.
Hay dos tipos de mensajeros uno de ellos es el que incita a otras células cerebrales, activando la señal de envío, y el otro es el neurotransmisor que detiene los potenciales de acción ayudando al cerebro a desactivarlos; ambos son necesarios para mantener el organismo en equilibrio.
Podemos nombrar algunos de estos mensajeros químicos y referenciar lo más importante: el glutamato, la serotonina, la dopamina, la oxitocina, el GABA, todos juntos son un equipo que mantiene la comunicación constante del sistema nervioso con todo el organismo.
El glutamato le sirve al cerebro para construir vías entre las neuronas fortaleciendo la memoria y beneficiando el aprendizaje.
La serotonina es una de las principales aliadas del sistema nervioso central. Es también la sustancia química cerebral que activa el reloj interno de los órganos, está directamente relacionada con el sistema digestivo favoreciendo la satisfacción al comer, además regula el hambre, las secreciones, el ánimo, tiene un papel fundamental en el intestino delgado ayudando en la movilidad intestinal. Ayuda a conciliar el sueño.
La oxitocina es un neurotransmisor cuya mayor producción se gesta en el hipotálamo y luego es liberado por la glándula pituitaria para incitar las respuestas a todo el organismo, asiste positivamente en las funciones cognitivas, emocionales, sexuales, entre otras.
La dopamina es uno de los principales mensajeros químicos del sistema nervioso central se biosintetiza en algunas neuronas del encéfalo, en las glándulas suprarrenales y es liberada por el hipotálamo. Es el neurotransmisor con funciones varias desde lo motriz, la cognición. Le brinda alegría al cerebro al inundar el espacio sináptico entre neuronas, lo percibimos en la sensación de gratitud y emociones positivas, en el ánimo, se sigue estudiando a este neurotransmisor porque se considera clave en enfermedades como el Parkinson.
GABA (ácido gamma amino-butírico) Es el encargado de desacelerar y crear el efecto de calmante en la actividad neuronal, ayuda a enfrentar el estrés, controlar el miedo, las situaciones que producen ansiedades, bajar la excitación neuronal.
Cuidando la alimentación, haciendo ejercicios corporales, cognitivos, concientizar y estudiándo cómo funciona este gran diseño físico son diferentes modos de ayudar a segregar neurotransmisores, nuevas neuronas. También se regenera este sistema creando masa muscular, oxigenando cada espacio, órganos, sistemas, mejorando la neuroplasticidad. Es recomendable incorporar nuevos hábitos, como, por ejemplo: caminar con los primeros rayos del sol, estudiar un idioma, leer libros, escuchar música, bailar, escribir un diario personal, una crónica, elegir hacer manualidades y conectar con la naturaleza…
Elegir cada día despertar las maravillosas capacidades que significa ser un ser humano desde la materia hasta lo más sutil, dándole sentido a la vida, entendiendo en el silencio interior que somos seres espirituales en cuerpos físicos todos conectados a la inagotable fuerzas del universo.
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