Los horarios circadianos que equilibran el metabolismo

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Nuestro cuerpo tiene un diseño increíblemente inteligente, todos en mayor o menor medida podemos percibir su maravillosa creación. Iniciando este recorrido focalizaremos en el metabolismo celular, su naturaleza está relacionado a cambios  bioquímicos en una compleja red de diferentes eventos moleculares que se suceden en el organismo de forma temporal con el ritmo circadiano,  esos procesos se presentan para equilibrar la distribución de los nutrientes en todos los sistemas y organismos biológicos, con el objetivo principal que es desarrollar la producción de energía y a su vez también tiene la capacidad de eliminar sustancias tóxicas, manteniendo vitalidad en todas sus interconexiones.

Adentrándonos en el tema principal el sistema circadiano, podemos decir que es el ritmo interno que moviliza el engranaje biológico de todos los organismos vivos, está relacionado directamente con la duración de la luz solar y la rotación de la tierra, donde los ritmos vitales se van ajustando en condiciones naturales sincronizándose con la luz y las temperaturas.  Cuando se establece la comunicación metabólica con el reloj circadiano se puede observar como la fisiología, las actividades cognitivas y la conducta varían alrededor de las 24 horas, porque existen diferentes ritmos, aunque el más evidente es el ciclo de sueño y vigilia.

Lo mismo sucede con la temperatura, tenemos horarios que van equilibrando esa conexión metabólica con el reloj circadiano. Diferentes investigaciones en la cronobiología dice que alcanzamos bajar la temperatura mientras dormimos a las 04:30 am y el punto más elevado es a las 19:00 pm, aumentando también la presión sanguínea, entre las 14:30 y las 17:00 tenemos mayor coordinación, fuerza muscular y eficiencia cardiovascular, diríamos que el cuerpo se encuentra en el mejor estado físico.

En la noche se interrumpe la actividad intestinal  y se secreta la hormona melatonina que nos permite conciliar el sueño. Si estos cambios se repiten en horarios y los seres humanos siguen expuestos a las mismas condiciones medioambientales de luz y oscuridad los ritmos circadianos seguirán moviendo las agujas de reloj regularmente.

 

 

Laura Gafforelli (Pexels)

 

Proceso de sincronización

Es importante hacer un ajuste al reloj biológico, a esto le llaman proceso de sincronización, indicarle cuando es de día y cuando es de noche, cuando llega el sol y cuando el sol se ha retirado. Si alimentamos nuestro cuerpo en los mismos horarios  nos ayudará a regular y producir un ritmo sobre las hormonas implicadas en el metabolismo. Esto refiere que – en ese ciclo de luz y oscuridad- las funciones homeostáticas, los órganos  y los tejidos periféricos (por medio de vías neuronales) movilicen a todo el organismo.

Sin embargo, la mayoría de las personas tienen poca actividad física durante el día y por la noche comen abundantemente. Cuando se perturba ese orden temporal interno, los ritmos circadianos  dejan de sincronizarse a nivel bioquímico, fisiológico y también sobre nuestra conducta. Lo preocupante es la evidencia que presentan los profesionales de la cronobiología donde se demuestra la alteración hormonal en los niveles de melatonina por la noche, como así también las hormonas reproductoras, algo más a tener en cuenta que asocian estas alteraciones el aumento de la obesidad, resistencia a la insulina, el riesgo a adquirir enfermedades cardiovasculares, empeorar enfermedades preexistentes y envejecer prematuramente.

Lamentablemente la vida moderna fue modificando los ciclos del sueño y la vigilia. En estos tiempos tenemos muchas actividades de trabajos nocturnos, como pueden ser de producción de alimentos, de transportes terrestre o aéreo, personal de servicios de salud, cuidadores de enfermos, personal de limpieza, serenos, policías, bomberos. Y están los trabajos de entretenimientos, que lo promocionan las grandes ciudades que no duermen, como Buenos Aires, Tokio, Las Vegas, Nueva York, Ibiza. El no descansar durante la noche -ya sea por trabajo, estudio o diversión- siempre nos dará el mismo resultado: el desequilibrio de la hormona del sueño, la melatonina y la que nos despierta el cortisol, las dos trabajan en equipo para lograr regular el ritmo circadiano y si lo alteramos tarde o temprano nuestro cuerpo lo hará saber.

 

Si queremos acompañar al ritmo circadiano,  empecemos con disminuir la exposición de nuestra vista, en la computadora, el celular, la tv, etcétera. Cada transformación se logra cuando tomamos la decisión, paso a paso podemos modificar las costumbres negativas y es vital entender que estos ciclos naturales están por una razón, construir habitos saludables es una forma de vida que permite mejorar el descanso, la digestión, favorece los procesos metabólicos, nutre y estabiliza el cuerpo físico, Psiquico y espiritual. Respetar los sistemas orgánicos y sus funciones: es el poder personal que todos poseemos, sosteniendo nuestra existencia y conectados en esa red sutil entre los ritmos biológicos, los ciclos circadianos y el sol .

 

Cuadro: Pedro García

Materiales de consulta:
 “Ritmos circadianos de la célula al ser humano”, Mario Caba, Pablo Valdez, Roberto Salgado, Carolina Escobar, Nadia Saderi.
“Ritmos circadianos, alteraciones metabólicas”, doctores: Carlos Alvarado Ortiz y Teresa Blanco.

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