La pandemia y nuestro ascenso espiritual

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A continuación presentamos un breve análisis para que sigamos creciendo espiritualmente en medio del Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (ASPO).
Estimulemos nuestro muladhara, el chakra raíz que más nos conecta con este plano, con la tierra, activando el cuerpo, caminando, andando en bici… ¡Hagamos ejercicio!
Cuidemos el swadistana chakra manteniendo lo sagrado de nuestra sexualidad siendo éste un encuentro íntimo entre dos almas conectando desde el amor. Seamos creativos en nuestras tareas. Y disfrutemos de la vida agradeciendo cada día.
Potenciemos nuestro manipura, este chakra que nos ayuda a asimilar esta realidad, alimentándonos de forma consciente, con comidas sanas, permitiendo poder digerir placenteramente. Lo mismo con las situaciones diarias, busquemos momentos saludables y no nos dejemos invadir con problemas cuya resolución nos excede. Si hay un virus, ser consciente de que es más grave el miedo que la enfermedad.
Estimulemos nuestro vishuda, el chakra de la comunicación, buscando que nuestros mensajes no sean interrumpidos: hablemos, escribamos, pintemos… Que la comunicación no se vea interrumpida. No perdamos de vista de que somos uno con los otros.
Estimulemos nuestro ajña chakra, nuestro intelecto y nuestra intuición, activando el discernimiento a diario, buscando comprender a quien tenga una posición que a primera vista es opuesta. Activemos nuestra mente a diario, por ejemplo, leyendo. Si vamos a un comercio y tienen que tomarnos la temperatura que sea en el antebrazo y no en la frente.
Con estos seis chakras en armonía busquemos conectar con el único de los siete chakras principales que está justo afuera de nuestro cuerpo, ese que nace en nuestra coronilla y nos conecta con el cielo, el sahasrara. Propongámonos estimularlo mediante meditaciones diarias. Otro modo es armando un espacio sagrado en nuestro hogar donde podemos conectar con esa faceta espiritual que es parte intrínseca de nuestra humanidad.
Este plano físico, material, donde se encuentran nuestras almas contiene tres claras dimensiones. Sin embargo, a medida que nuestra conciencia se amplía vamos pudiendo percibir otros aspectos, otras envolturas (koyas). Las distintas escuelas espirituales, y hasta la ciencia (resonancia Schumann), sostienen que el planeta vibra a mayor velocidad. Esa resonancia magnética conecta directamente con el cerebro humano, entonces este es el momento en que se eleva la Tierra y los seres humanos ascienden su estado de consciencia. Empezamos a percibir una cuarta y hasta una quinta dimensión que implicaría una expansión aún mayor de la conciencia. Ese gran cambio llegará a todos cuando un porcentaje de la masa crítica eleve la conciencia de este planeta lo suficiente y así la Tierra en su totalidad levante su vibración. Esto se relaciona con la energía lumínica, cósmica… En este tiempo las verdades van saliendo a la luz. Está en nosotros como seres con consciencia espiritual aportar nuestro granito para el gran cambio. Que esta situación expanda nuestra luz interna para elevarnos todos juntos como seres humanos, que la frecuencia nos impulse, porque lo que será… ¡será!

G. Navarro & R. Sabini

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